GLUCOSA
La prueba de glucosa en sangre puede utilizarse para el tamizaje de la diabetes y de estados pre-diabéticos en individuos sanos asintomáticos, debido a que la diabetes es una enfermedad frecuente que se inicia con pocos síntomas.
La prueba de glucosa también puede solicitarse para ayudar a diagnosticar diabetes cuando se presentan síntomas de hiperglicemia (glucosa alta en sangre), como: aumento de la sensación de sed, aumento de la eliminación de orina, fatiga, visión borrosa, lenta cicatrización de las heridas; o síntomas de hipoglicemia (glucosa baja en sangre), como: sudoración, hambre, temblores, ansiedad, confusión y visión borrosa.
La determinación de glucosa también se realiza en situaciones de urgencia para conocer si una glucosa alta o baja puede estar contribuyendo a los síntomas presentados por el paciente, como desvanecimientos o pérdidas de conciencia.
Ante una diabetes ya conocida, el médico solicitará pruebas de glucosa juntamente a otras pruebas como la hemoglobina glicosilada A1c para asegurar un buen control de la glucosa durante un período de tiempo concreto.
Normalmente, se realiza un tamizaje de la diabetes gestacional en las mujeres embarazadas, especialmente si presentan síntomas o han tenido ya una diabetes gestacional anterior.
Niveles elevados de glucosa suelen indicar diabetes, pero existen muchas otras situaciones y enfermedades que pueden también causar aumentos de glucosa en sangre.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa. Se recomienda que para la realización de este análisis el paciente se presente al laboratorio con un periodo de ayuno de 8 horas.